Técnica que desarrolla desde sus inicios, a lo largo de los años ha ido restaurándolos y añadiéndoles color, en otras ocasiones los encontramos como fue la impronta original. Los fondos y en ciertos casos la obra entera adquiere una gran vaporosidad que nos transfiere a ambientes cálidos y acogedores, la naturaleza como escenario en sí mismo en la que los árboles cobran importancia al estar tratados con más densidad en la pintura. Realiza paisajes de las diferentes estaciones del año con las características propias de cada época, los colores y las texturas cambian evocándonos estas escenas que pueden resultar oníricas.

Eugenio de la Torre estuvo siempre muy unido a la naturaleza, para él era una parte fundamental de la vida y de la que había que disfrutar, siempre que podía encontraba momentos para acercarse a lugares que no estuviesen masificados por el hombre y en los que poder disfrutar de ésta, nutriéndose para el futuro desarrollo de su obra. En ocasiones realiza bocetos en el lugar, a grafito, o con acuarelas y toma fotografías que luego le valen de referencia para sus momentos de producción en el taller.